Impuestos y ventajas de la residencia fiscal en Andorra

En los últimos años, Andorra se ha convertido en un destino atractivo para quienes buscan beneficios fiscales y un estilo de vida tranquilo y seguro. La creciente carga impositiva en países como España y algunos de Latinoamérica ha llevado a muchos a considerar mudarse a este pequeño país de los Pirineos, a menos de tres horas de Barcelona, para disfrutar de un sistema fiscal más favorable. A continuación, exploramos las ventajas fiscales y otros beneficios de vivir en Andorra.

¿Qué impuestos se pagan en Andorra?

Uno de los mayores atractivos de Andorra es su sistema impositivo. En comparación con países como España, donde las rentas altas pueden pagar hasta el 50% de sus ingresos en impuestos, en Andorra el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) tiene un tipo máximo de solo el 10%. Esto representa un ahorro significativo para quienes deciden establecer su residencia en el país.

Además, el Impuesto de Sociedades también tiene un tipo máximo del 10%, lo que resulta especialmente atractivo para empresarios y emprendedores. El impuesto indirecto, equivalente al IVA en otros países, es del 4,5%, mucho más bajo que en la mayoría de los países europeos. Asimismo, Andorra no aplica impuesto sobre el patrimonio, ni sobre sucesiones o donaciones, lo que lo convierte en un destino ideal para grandes patrimonios y familias con fortunas considerables.

Ventajas adicionales del sistema fiscal andorrano

El sistema impositivo de Andorra ofrece otras ventajas que atraen a inversores y profesionales. Por ejemplo, los dividendos de fuente andorrana están exentos de impuestos, siempre y cuando ya se haya pagado el Impuesto de Sociedades correspondiente. Esto significa que, si posees una empresa en Andorra y decides distribuir dividendos, no tendrás que pagar más impuestos por ellos.

Otro aspecto destacable es que no se aplican las reglas de transparencia fiscal internacional que existen en otros países, lo que favorece a quienes realizan actividades como el trading o las inversiones en bienes inmuebles, que tienen una fiscalidad muy reducida.

No es un paraíso fiscal

Durante muchos años, Andorra fue considerada un paraíso fiscal, pero en la actualidad, el país ha trabajado activamente para mejorar su imagen internacional. En diciembre de 2018, fue excluido de la «lista gris» de la OCDE, lo que demuestra su compromiso con la transparencia y la cooperación internacional. Además, ha eliminado el secreto bancario y ha adoptado normativas que la acercan más a la Unión Europea.

Aunque en algunos países de Latinoamérica aún figura en listas internas de paraísos fiscales, Andorra ha hecho avances significativos para ganarse una reputación irreprochable. Las reformas implementadas por el gobierno de Xavier Espot han sido clave en este proceso.

Otras ventajas de vivir en Andorra

Además de los beneficios fiscales, Andorra ofrece una calidad de vida envidiable. El país cuenta con un entorno natural privilegiado, con paisajes espectaculares como los valles de Incles y Madriu-Pedrafita-Claror. Su geografía montañosa lo convierte en un paraíso para los amantes de los deportes al aire libre, como el esquí, el ciclismo o el senderismo.

El sistema educativo andorrano también es muy valorado, ya que combina la educación pública en español, francés y catalán, junto con opciones privadas en inglés. Asimismo, el sistema sanitario de Andorra es uno de los mejores del mundo, basado en un modelo de copago en el que el estado cubre entre el 75% y el 90% de los costes médicos.

Por último, la seguridad es otro de los grandes atractivos del país. Andorra tiene uno de los índices de criminalidad más bajos de Europa, lo que lo convierte en un lugar ideal para vivir en paz y tranquilidad.

Requisitos para obtener la residencia en Andorra

Existen dos tipos principales de residencia fiscal en Andorra: la residencia activa y la residencia pasiva. La residencia activa exige que pases al menos 183 días al año en el país y que abones una fianza de 50.000 euros, aunque algunas profesiones están exentas de este pago. Esta modalidad está dirigida a quienes desean vivir de forma permanente en Andorra y realizar actividades económicas en el país.

La residencia pasiva, por otro lado, solo requiere que pases 90 días al año en Andorra y una inversión mínima de 350.000 euros en bienes inmuebles u otros activos. Aunque pueda parecer una cantidad elevada, es comparable a los requisitos de las golden visas de otros países europeos.

Globinc