Países donde pagan menos y más impuestos las Empresas

El impuesto de sociedades es un factor crucial para las empresas a la hora de tomar decisiones estratégicas, especialmente en lo que respecta a inversiones y expansión internacional. Las diferencias en las tasas impositivas de un país a otro pueden influir significativamente en la competitividad y la atracción de capital extranjero.

A nivel global, la mayoría de los países tienen impuestos corporativos por debajo del 30%, pero existen grandes diferencias entre aquellos que imponen mayores cargas fiscales y los que mantienen tasas más bajas. A continuación, exploraremos qué países tienen los impuestos de sociedades más altos y más bajos en 2024.

Países con los impuestos de sociedades más altos

África y América Latina: las tasas más elevadas

Entre los países que imponen las mayores tasas de impuestos a las empresas, destaca Comoras (África), que lidera el ranking con una tasa del 50%. Le sigue Puerto Rico, que aunque es territorio de Estados Unidos, tiene una política fiscal propia y aplica un 37,5% de impuesto corporativo. En América del Sur, los países con las tasas más altas son Surinam con un 36% y Argentina, Colombia y Cuba con un 35% cada uno.

En el continente africano, además de Comoras, países como Chad y Guinea Ecuatorial también mantienen tasas del 35%, al igual que Sudán. Estos países se caracterizan por una alta dependencia de los impuestos para financiar sus presupuestos, a menudo con economías en vías de desarrollo que luchan por equilibrar sus ingresos y gastos.

Europa: el caso de Malta

En Europa, el país con la tasa impositiva más elevada es Malta, que grava a las empresas con un 35%. Aunque otros países europeos tienen tasas más moderadas, Portugal impone un 32% y Alemania un 30%. Es importante destacar que la mayoría de los países europeos se mantienen por debajo del 30%, en un esfuerzo por atraer inversión extranjera y fomentar el crecimiento económico.

Países con impuestos de sociedades más bajos

El atractivo de las bajas tasas en Europa y Asia

En el otro extremo del espectro, existen países que imponen tasas considerablemente más bajas a las empresas. Barbados lidera la lista con un impuesto corporativo de solo 5,5%, lo que lo convierte en uno de los destinos más atractivos para las empresas que buscan reducir su carga fiscal. Turkmenistán en Asia sigue con una tasa del 8%.

En Europa, Hungría destaca con una tasa impositiva de solo 9%, tras reducirla en 2017 desde un 19%. Este movimiento estratégico ha convertido al país en uno de los destinos más atractivos para la inversión en Europa Central. Otros países europeos como Andorra, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria y Kosovo también aplican tasas muy competitivas del 10%.

Ausencia total de impuestos en algunas jurisdicciones

Además de los países con tasas bajas, existen 15 jurisdicciones en todo el mundo donde las empresas no están sujetas a ningún impuesto de sociedades. Estas jurisdicciones incluyen a varios paraísos fiscales como Islas Caimán, Bermudas, Bahamas y Anguilla. En Europa, territorios como Guernsey, Isla de Man y Jersey tampoco imponen este tipo de gravamen. Estas regiones son conocidas por atraer a grandes empresas y capitales que buscan maximizar sus ganancias al evitar los altos impuestos corporativos de otros países.

Cambios recientes en las tasas impositivas

En los últimos años, varios países han ajustado sus tasas de impuestos a las empresas, lo que refleja una tendencia global a adaptar las políticas fiscales a las necesidades económicas internas y la competencia internacional. Por ejemplo, Emiratos Árabes Unidos introdujo un impuesto del 9% en 2023, mientras que Sri Lanka aumentó su tasa al 30%. Turquía y Reino Unido también ajustaron sus impuestos, llevándolos al 25%.

En contraste, otros países optaron por reducir sus impuestos para atraer más inversión extranjera. Austria, Corea del Sur y Sudáfrica realizaron pequeñas reducciones, mientras que Guinea redujo su tasa en 10 puntos porcentuales.

Un panorama global diverso

El panorama fiscal para las empresas varía enormemente de un país a otro, y las decisiones sobre dónde establecer una empresa o invertir dependen en gran medida de estas diferencias. Mientras que algunos países como Comoras y Puerto Rico imponen tasas muy elevadas, otros como Hungría y Barbados han adoptado políticas fiscales favorables para atraer inversión extranjera y fomentar el crecimiento económico.

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